Sexto día: Renuncia

San Expedito, ayúdame a renunciar a todas aquellas cosas que me hagan mal, tú sabes cuales son.

Así que las deposito en tus manos para que me muestres cuál es el camino de la renuncia.

Muéstrame como hacerlo, guía mis actos, todo te lo entrego a fin de que tú me guíes en estos momentos.

Vos que has sido sabio por haber dejado todo y entregarte solícitamente a Dios, aún sabiendo cual era tu destino, bríndame aquella fortaleza de corazón para la renuncia, que en ti confío mis pasos y mis decisiones.

San Expedito, valiente defensor de la Iglesia de Cristo, ruega por nosotros que recurrimos a ti.