Segundo día: Coraje

San Expedito, inunda mi corazón de coraje para afrontar con valentía estos tiempos que hoy me asustan.

Guía mis pasos valiente soldado de Cristo.

Desarrolla en mí la virtud de la cual tú eres portador y hazme fuerte en alma y espíritu para poder seguir adelante en estos días en que temo.

Tú que fuiste un hombre valiente, enséñame a convivir con mis miedos y mis dolores diarios, para que así pueda salir adelante y triunfal ante la adversidad.

San Expedito, valiente defensor de la Iglesia de Cristo, ruega por nosotros que recurrimos a ti.